Cooperativa activa, membresía más resiliente

Publicado el :

14 octubre 2021

Publicado en :

COVID-19

¿La pandemia le ha obligado a cambiar sus hábitos de vida o a prescindir de ciertos bienes de consumo que ya no están disponibles? ¿Le permitió ahorrar dinero? ¿O por el contrario, ha tenido que recortar gastos?

 

Si algunas personas afectadas por el contexto sanitario han optado por vender uno de sus vehículos o retirar parte de sus ahorros para mantener su nivel de vida, otras han debido recurrir a los bancos de alimentos para comer y seguir pagando su alquiler. Algunas personas han tenido que saltarse una o más comidas, suprimir las proteínas o comer alimentos ricos en almidón que son más baratos. Estas estrategias, que difieren según la precariedad de cada persona, son lo que llamamos estrategias de adaptación.

 

Por eso se dice que, cuanto menos impacto tengan nuestras estrategias de adaptación en nuestras condiciones de vida y nuestra seguridad alimentaria, más resilientes seremos.

 

¿Y qué significa seguridad alimentaria?

 

Según la definición adoptada por la FAO en 1996, la seguridad alimentaria existe cuando todas las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfacen sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana. (La Cumbre Mundial sobre la Alimentación,1996)

 

(Una frase large que da perspectiva por lo que sigue…)

 

 

Dirección de África Occidental

Un estudio realizado por SOCODEVI en cuatro países de África Occidental (Malí, Senegal, Ghana y Costa de Marfil) mostró que la pandemia de COVID-19 acentúo la prevalencia de la inseguridad alimentaria en los hogares. Esto es especialmente cierto en los países donde las medidas sanitarias (confinamiento y limitación de los movimientos) fueron más severas.

 

En el marco de este proyecto de investigación financiado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), nos  reunimos con 716 mujeres y 554 hombres socios de cooperativas que reciben apoyo de los proyectos PROCED (Programa de desarrollo de cooperativas modelos inclusivas y sostenibles) y FARM (Financiamiento agrícola y rural en Malí) y comprendimos mejor las repercusiones de la pandemia en sus vidas.

 

 

La ventaja para los socios y socias de las cooperativas activas

La pregunta interesante que nos hicimos fue la siguiente:

¿Las personas socias de las llamadas cooperativas activas mostraron más resiliencia durante la pandemia que aquellas de las llamadas cooperativas no activas o poco activas?

La respuesta es sí.

 

De hecho, hicimos tres principales constataciones.

 

  • Las empresas cooperativas más activas pudieron mantener sus canales de comercialización a pesar de la pandemia.
  • Por lo tanto, los socios y socias de las cooperativas más dinámicas sufrieron menos pérdidas de ingresos durante la pandemia, lo que favoreció el acceso económico a los alimentos (seguridad alimentaria) y una mayor resiliencia.
  • El mantenimiento y desarrollo de los servicios por parte de las cooperativas incentivó la resiliencia de sus socios y socias.

 

Las cooperativas que lograron mantener sus servicios y que establecieron medidas especiales para concienciar a las personas socias sobre la COVID-19 o para mitigar sus efectos pudieron atenuar los impactos de la pandemia en sus socios.

 

Algunas cooperativas, al estar atentas a las necesidades de sus socias y socias y al mantenerse activas en sus comunidades, actuaron como una red social para las familias, a veces conservando el circuito de comercialización (lo que contribuyó a mantener el flujo de ingresos en los hogares).

 

En otras ocasiones, facilitando créditos para la compra de insumos, o incluso sensibilizando a sus socios y socias para atenuar sus temores e inquietudes.

 

 

 

 

¡Pensemos coop!

Las cooperativas pueden desempeñar un papel clave en una comunidad como actor económico.

 

Son también entidades de cohesión social, ya que su propia estructura nace de la solidaridad. Están diseñadas para incentivar las interacciones humanas entre las colectividades y dentro de ellas.

 

La presencia de cooperativas activas dentro de las comunidades es un valioso aliado para ayudarlas a superar esta crisis, pero también para construir una economía solidaria, sostenible e inclusiva.